Hay diferentes tipos de amor y en Esploratori tenemos la oportunidad de experimentar muchos de ellos. En el día a día, vemos cómo los chicos le dan besos y abrazos a sus familiares, que los ven con ojos llenos de un amor más intenso del que se imaginaron que podían sentir. Las maestras ven a sus alumnos con un amor puro y lleno de ilusión y satisfacción por ver los avances que logran cada día. Los chicos ven el kínder con amor por aprender cada día más sobre el mundo que los rodea. Además pueden ver cómo los niños se solidarizan unos con otros fomentando relaciones de una amistad pura. Podemos observarlos consolando a sus amigos cuando lloran o haciendo silencio para no despertar a sus amigos cuando duermen. Vemos una comunidad llena de amor por su prójimo. Si Esploratori fuera un país, ¡sería el mejor país del mundo!

Cada uno de estos niños y niñas es la esperanza para un mundo mejor. Ellos son los que van a gobernar el mundo y solo podemos esperar que lo hagan con el mismo amor con el que han vivido en Esploratori; un amor que busca el bien para todos, en donde todos tienen fortalezas y debilidades, pero todos son especiales y queridos, en donde los errores son vistos como momentos para crecer y aprender.

Familias: no paremos de ver el mundo como un lugar de amor. El amor por la vida y por los demás debe ser lo que nos mueve a ser cada día mejor. Veamos a los niños y tratemos de aprender más de ellos.